En 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) decidió dedicar oficialmente cada día 10 de febrero al Día Mundial de las Legumbres, por su importancia estratégica en la sostenibilidad del planeta y la seguridad alimentaria mundial y sus beneficios nutricionales. Además, la FAO ha hecho hincapié en que el cultivo y comercio de legumbres depende en muchas zonas rurales del trabajo de las mujeres, y por lo tanto, ayudan a su empoderamiento dentro de las comunidades.
9 razones por las que deberías consumir legumbres:
- Son bajas en grasas, sodio y no contienen colesterol, por lo que su consumo puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Son una fuente excelente de proteína, por lo que su valor nutricional es particularmente importante en regiones con poca accesibilidad a la carne y los lácteos. Al combinarlas con cereales (por ejemplo: lentejas con arroz), aumenta la calidad de su proteína.
- Son una buena fuente de hierro. Para mejorar la absorción, se recomienda combinarlas con alimentos que contengan vitamina C.
- Son ricas en potasio, un nutriente que contribuye al funcionamiento del corazón y desempeña un papel importante para las funciones digestivas y musculares.
- Son uno de los principales alimentos ricos en fibra, necesaria para mejorar la salud digestiva.
- Son una fuente excelente de folato (vitamina B), esencial para la función del sistema nervioso y especialmente importante durante el embarazo para prevenir anomalías en el feto.
- Pueden almacenarse durante mucho tiempo y ayudar a diversificar las dietas, especialmente en los países en desarrollo.
- Son alimentos de bajo índice glucémico que ayudan a estabilizar el azúcar en sangre y los niveles de insulina, convirtiéndose en un alimento adecuado para las personas con diabetes.
- No contienen gluten, por lo que son una opción ideal para los celíacos.
6 motivos para cultivar legumbres:
- Sus propiedades fijadoras de nitrógeno contribuyen a aumentar la fertilidad del suelo, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos, que generan gases de efecto invernadero y pueden ser perjudiciales para el medio ambiente.
- Mejoran la productividad del suelo y ayudan a controlar plagas y enfermedades nocivas.
- Su cultivo protege el medio ambiente, al promover la biodiversidad agrícola y contribuir a la adaptación al cambio climático.
- Liberan el fósforo del suelo para ponerlo a disposición de las plantas.
- Necesitan muy poca agua, siendo resistentes a sequías y heladas, y tienen una huella de carbono más baja que la mayoría de otros cultivos.
Con información de: Naciones Unidas, FAO, OK Diario y Vanguardia.